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Ya es oficial: llegan las eGPU con RTX 5060 y soporte para Thunderbolt 5

eGPU RTX 5060

Las GPU externas vuelven a dar de qué hablar, y esta vez no es con una Radeon como protagonista. ETA Prime ha mostrado un adelanto muy prometedor: un prototipo de eGPU que integra una GeForce RTX 5060 de escritorio, lista para revolucionar setups portátiles sin sacrificar rendimiento.

A diferencia de muchas eGPU actuales —que se apoyan en la RX 7600M XT para mantener costes y consumo bajo control—, esta apuesta va más allá y nos da una tarjeta de gama media-alta en su versión completa, sin limitaciones móviles. Hablamos de una RTX 5060 de escritorio con 3840 núcleos CUDA y soporte para un TDP de hasta 150 W, frente a los 115 W de su hermana móvil. Todo esto acompañado de 8 GB de memoria GDDR7, una combinación que promete músculo gráfico incluso para juegos exigentes o cargas creativas pesadas.

Aunque este prototipo aún no es compatible con Thunderbolt 5 —el nuevo estándar que puede alcanzar hasta 80 Gbps de ancho de banda bidireccional—, se espera que la versión final lo sea. Por ahora, la conexión se limita a Thunderbolt 4 (USB4) y OCuLink, lo que significa que todavía no se aprovecha todo el potencial de esta bestia gráfica. Aun así, el futuro pinta brillante: Thunderbolt 5 no solo duplica el ancho de banda de generaciones anteriores, también incluye soporte para DisplayPort 2.1 y hasta 240 W de entrega de energía, un combo ideal para simplificar cables en setups móviles.

OCuLink, por su parte, sigue siendo una opción a tener en cuenta. Aunque no llega a los 80 Gbps, su rendimiento estable y baja latencia hacen que muchos entusiastas lo prefieran para gaming serio. De hecho, la interfaz PCIe 5.0 x8 de esta RTX 5060 permite hasta 31,5 GB/s, lo que exige conexiones cada vez más capaces si queremos exprimir todo su rendimiento.

Pruebas de rendimiento: promesas cumplidas, con margen de mejora

Según las pruebas realizadas con una ASUS ROG Ally X —una consola portátil equipada con USB4—, los resultados son alentadores. En benchmarks como 3DMark Time Spy, la eGPU alcanzó cifras entre 13,358 y 13,629 puntos, mientras que en Steel Nomad, superó los 3,100 puntos. Estas mejoras se traducen en un rendimiento de hasta el doble respecto a la gráfica integrada, dependiendo del juego y si este aprovecha tecnologías como DLSS 4.

Eso sí, aún quedan desafíos. Congelamientos, microcortes y otros problemas clásicos de las eGPU no han desaparecido por completo. Aquí es donde Thunderbolt 5 podría marcar una diferencia real, reduciendo cuellos de botella y ofreciendo una experiencia más fluida para los gamers más exigentes.

Diseño, alimentación y lo que está por venir

Uno de los puntos flacos del prototipo es su fuente de alimentación externa, casi tan voluminosa como la propia carcasa de la eGPU. Esto contrasta con soluciones más integradas, como las de ASUS ROG, que incluyen la fuente dentro del chasis. Además, la ausencia de un puerto USB-C para datos y energía significa que no es posible aún conectar todo con un solo cable, algo que sí ofrecen algunas soluciones más avanzadas.

El diseño recuerda mucho a las eGPU basadas en la RX 7600M XT, lo que sugiere que podríamos estar ante una solución OEM que marcas como AYANEO o Boostr podrían adoptar. No sería raro ver estas unidades llegar pronto al mercado, aprovechando la potencia de la arquitectura Ada Lovelace con más libertad y conectividad.