Prepárate para presenciar una de las mayores hazañas en almacenamiento sólido: SanDisk acaba de revelar su nueva bestia industrial, el UltraQLC SN670, un SSD de hasta 256 TB que llega pisando fuerte con interfaz PCIe 5.0. Y sí, es tan salvaje como suena. Esta joya tecnológica nace tras la separación de SanDisk y Western Digital en 2024, y representa un paso de gigante en la carrera por dominar los centros de datos, el cloud y la inteligencia artificial a escala hiper masiva.
Aunque suene a ciencia ficción, este SSD no está pensado para gamers o entusiastas de setup (todavía), sino para gigantes de la computación que necesitan mover datos a lo bestia y sin pestañear. Viene en formato U.2 y también tendrá una versión más “modesta” de 128 TB. ¿Lo mejor? Esto apenas es el comienzo.
Direct Write QLC: menos caché, más eficiencia real
El nombre “UltraQLC” no está ahí por capricho. Esta unidad revoluciona el enfoque clásico al prescindir de la típica caché pseudo-SLC, apostando por la tecnología Direct Write QLC. ¿Qué significa esto? Que los datos se escriben directamente en la memoria QLC, sin atajos, sin intermediarios. El resultado: menor latencia desde el primer bit, mejor seguridad ante apagones inesperados y una arquitectura más simple que se traduce en rendimiento constante, incluso bajo cargas bestiales.
Sí, escribir directamente en QLC no es tan rápido como hacerlo en una pseudo-SLC (estamos hablando de latencias de 800 a 1200 µs vs. los 200 a 300 µs), pero aquí no se trata de velocidad bruta en ráfagas, sino de consistencia sostenida. Ideal para IA, Big Data y sistemas que trabajan con bloques de datos titánicos.
Chips BiCS8, controladora Stargate y un diseño de otro planeta

Cada chip de memoria BiCS8 QLC NAND que monta esta unidad tiene 2 TB por sí solo. SanDisk ha tirado la casa por la ventana y ha diseñado una controladora multinúcleo personalizada desde cero, con firmware propio y todo un arsenal de tecnologías de optimización bajo el capó.
Entre ellas, destaca el Dynamic Frequency Scaling (DFS), que ajusta dinámicamente la frecuencia de la controladora para sacar el máximo rendimiento en cualquier escenario de consumo. A eso súmale un buffer DRAM generoso, paralelismo interno y una estrategia agresiva de overprovisioning (aunque sin muchos detalles revelados por ahora), y tienes una fórmula lista para romper récords.
Por si fuera poco, SanDisk también ha mejorado la retención de datos, reduciendo el desgaste de los bloques en un 33%. Todo apunta a un SSD que no solo es masivo, sino también sorprendentemente eficiente y duradero.
¿Precio? Solo para gigantes… por ahora
Por supuesto, este tipo de tecnología no es barata. Aunque aún no hay cifra oficial, las estimaciones para el modelo de 256 TB oscilan entre 23.000 y 26.000 dólares. No es para el gamer de a pie, pero sí para las grandes ligas: IA, centros de datos, servidores de alto rendimiento, etc. Durante este mismo trimestre llegarán las versiones de 64 y 128 TB, y para 2027, SanDisk promete un modelo de 512 TB, con un SSD de 1 PB (sí, un petabyte) previsto para 2028.
Detrás de esta evolución estará la controladora “Stargate”, una arquitectura ASIC de nueva generación, diseñada para escalar hasta soportar PCIe 6.0 y futuras generaciones de NAND con más capas que una lasaña gamer. El objetivo está claro: no solo ofrecer almacenamiento masivo, sino hacerlo con eficiencia, velocidad y fiabilidad para los desafíos de la próxima década.