En pleno 2025, la inteligencia artificial ya no es solo una curiosidad futurista: es parte de nuestro día a día, como la tarjeta gráfica de tu setup o esa consola que no apagas ni para dormir. Desde asistentes de voz hasta herramientas creativas, la IA está por todas partes. Y en ese universo digital, ChatGPT se ha convertido en el copiloto de millones de usuarios. Pero ojo: lo que compartes con él no es confidencial… y podría convertirse en evidencia legal.
ChatGPT: el compañero digital que todos usamos… ¿con demasiada confianza?
Desde su llegada en 2022, ChatGPT revolucionó la forma en la que interactuamos con la tecnología. Pasó de ser un simple “chatbot curioso” a un asistente multifunción capaz de ayudarte a escribir un correo, planificar tu siguiente build de PC o incluso idear tu próximo canal de streaming. Pero en medio de tanta utilidad, muchos han olvidado un detalle esencial: esto no es un confesionario.
Sam Altman, CEO de OpenAI, ha dejado claro que las conversaciones mantenidas con la IA pueden ser utilizadas como prueba judicial en caso de un delito. Así que si pensabas que todo lo que escribes se quedaba entre tú y la IA… es momento de pensarlo dos veces.
No todo queda en el chat: tus mensajes pueden ser analizados por un juez
En efecto, OpenAI ha advertido que sus registros de conversación están sujetos a revisión si una investigación lo requiere. Aunque se hable de “privacidad”, lo cierto es que, como en cualquier otra plataforma, tus interacciones pueden ser utilizadas por la justicia si hay motivos legales. Y eso aplica incluso si solo estabas pidiendo consejos sobre una situación sentimental complicada o desahogándote tras perder una ranked en Apex Legends.
Esta realidad es especialmente delicada porque cada día más personas —sobre todo jóvenes— usan ChatGPT como un espacio de desahogo emocional, incluso como sustituto de terapia. Altman reconoce la problemática, y aunque defiende que estas herramientas deberían tener un tratamiento más parecido al de un psicólogo o abogado, también admite que aún estamos lejos de eso. Y lo cierto es que la IA sigue siendo una tecnología en constante evolución, no un reemplazo de ayuda profesional.
Un consejo de gamer a gamer: usa la IA como lo que es, una herramienta
En el mundo del hardware, sabemos que no todo lo que brilla es RGB. Con la IA pasa algo similar: puede parecer mágica, pero hay que saber cómo usarla. Así como no confiarías tu tarjeta de crédito a cualquier app random, tampoco deberías abrirle el corazón sin saber las reglas del juego.
La inteligencia artificial, por increíble que sea, no garantiza privacidad absoluta. Así que si vas a compartir algo delicado, piénsalo como si lo estuvieras publicando en Reddit: no sabes quién podría terminar leyéndolo.