Después de una larga batalla legal, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) ha decidido poner fin oficialmente a su intento por bloquear la adquisición de Activision Blizzard King por parte de Microsoft. Esta resolución marca el cierre definitivo de una disputa que durante años intentó frenar la mayor compra en la historia de la industria de los videojuegos.
El regulador norteamericano confirmó el retiro de su caso tras una serie de fallos judiciales adversos, incluyendo la decisión del Noveno Circuito el pasado 7 de mayo, que respaldó la sentencia del Tribunal del Distrito Norte de California en favor de Microsoft. Ante este escenario, la FTC concluyó que continuar con el litigio no respondía al interés público.
Para los fans de Xbox, esta noticia es un motivo de celebración. No solo representa una victoria legal para Microsoft, sino también una oportunidad histórica para expandir el acceso a franquicias legendarias como Call of Duty, World of Warcraft y Candy Crush a través del ecosistema de Xbox y su estrategia centrada en el jugador.
Brad Smith, presidente de Microsoft, expresó con claridad lo que esto significa:
“La decisión de hoy es una victoria para los jugadores de todo el país y para el sentido común en Washington, DC. Agradecemos a la FTC por el anuncio”.
Desde el primer momento, Xbox dejó claro que su visión no era la de cerrar el acceso a franquicias populares, sino todo lo contrario. Microsoft firmó acuerdos con Sony, Nintendo y otras plataformas para asegurar que Call of Duty y otros títulos de Activision seguirán estando disponibles para todos. Esta postura pro-consumidor terminó por debilitar los argumentos del regulador, que sostenía preocupaciones sobre una posible posición monopólica.
Con esta última barrera eliminada, Microsoft puede continuar con su misión de hacer que más personas jueguen lo que quieran, donde quieran. La adquisición de Activision Blizzard King es ahora una realidad incontestable, y el futuro de Xbox nunca ha sido más prometedor.