pcprokey.com

Intel enfrenta una posible retirada del negocio de chips si el nodo 14A no despega

La situación en Intel comienza a tornarse delicada. Tras años intentando recuperar el liderazgo tecnológico en procesos de fabricación, la compañía ahora pone en duda su futuro como fabricante de chips. Todo apunta a que el nodo Intel 14A, su próxima gran apuesta, podría ser el punto de quiebre. Si no logra asegurar un cliente de gran calibre para esta tecnología, Intel estaría considerando abandonar por completo el desarrollo de nodos avanzados.

Este escenario resulta impactante considerando que hace poco Intel parecía recobrar competitividad con su nodo 18A, posicionándose nuevamente como rival directo de TSMC. Pero bajo la superficie, los números y la estrategia no acompañan. El negocio de la fundición, que debía convertirse en su salvavidas, está mostrando más grietas que promesas.

Un futuro incierto para su centro de innovación más importante

Desde Oregón, las señales tampoco son alentadoras. Allí se encuentra Ronler Acres, hoy conocido como Gordon Moore Park, el corazón de la innovación en Intel desde hace más de dos décadas. Si la compañía decide poner en pausa o cerrar el desarrollo de nodos como el 14A, este centro podría apagarse. No solo se trata de perder una instalación clave; sería un golpe profundo para la industria de semiconductores en Estados Unidos.

En términos comparativos, sería como ver a Sony renunciando a fabricar consolas PlayStation y limitarse solo a licenciar sus juegos. Técnicamente viable, pero culturalmente devastador.

Una estrategia marcada por recortes y decisiones arriesgadas

Las cifras hablan por sí solas: las ventas cayeron cerca de un 30 %, rozando los 53.000 millones de dólares. Las pérdidas obligaron a Intel a cancelar planes de expansión en Europa y EE. UU., cerrar su planta en Costa Rica y preparar hasta 15.000 despidos. La dirección, ahora liderada por Lip-Bu Tan tras la salida de Pat Gelsinger, intenta estabilizar el rumbo con tijera en mano.

La falta de clientes externos de alto perfil agrava el problema. Apple, que en su momento parecía interesada en colaborar, hoy se mantiene al margen. Mientras tanto, AMD sigue ganando terreno en los segmentos de PC y servidores, dejando a Intel solo con cierta ventaja en portátiles.

Entre la presión financiera y la incertidumbre política

Otro factor clave es la dependencia de ayudas gubernamentales. Intel espera recibir hasta 5.700 millones de dólares del programa CHIPS, y solo en Oregón hay 1.900 millones aún pendientes. Algunos analistas sugieren que la filtración de estas preocupaciones podría estar orientada a presionar a la administración para liberar los fondos. Después de todo, la supervivencia del nodo 14A podría depender de ello.

El problema es que, sin una dirección clara y con las inversiones superando con creces la demanda real, los errores del pasado siguen pasando factura. Intel admite internamente que muchas decisiones fueron imprudentes y que cualquier interrupción del desarrollo de nodos avanzados podría ser irreversible.