La carrera por el rendimiento gráfico no se detiene, y en 2025 una nueva pieza clave se suma al tablero: la memoria HBM4. Esta cuarta generación de memoria de alto ancho de banda no es simplemente una evolución, es un salto cuántico en potencia bruta. Aunque por ahora está pensada para GPUs de centros de datos y tareas como inteligencia artificial o supercomputación, su impacto podría sentirse pronto también en el ecosistema gamer.
De las gráficas para jugar al Doom a motores de IA
Si retrocedemos un par de décadas, las tarjetas gráficas eran un lujo para quienes querían mejorar sus juegos favoritos. Hoy, son auténticas estaciones de trabajo. NVIDIA, AMD e Intel lo saben, y por eso no sorprende que las memorias GDDR hayan ido escalando en velocidad con cada generación. La GDDR7 de las nuevas RTX 50 ya marca un hito, pero en el mundo de los servidores y la computación avanzada, el futuro se llama HBM4.
HBM4: ¿Qué trae de nuevo esta joya tecnológica?
En cifras puras, HBM4 duplica el ancho de banda de su antecesora HBM3. Pasamos de 1.024 a 2.048 pines de entrada/salida, y eso se traduce en una velocidad de vértigo: hasta 8 GB/s por pin, o un total de 2.048 GB/s por pila. ¿Te suena loco? Pues espérate a la versión mejorada, HBM4E, que sube la apuesta a 10 GB/s por pin y 2.560 GB/s por pila. Para ponerlo en contexto, es como si tu gráfica pasara de un motor de go-kart a uno de Fórmula 1, sin escalas.
Todo esto es posible gracias a un diseño tridimensional que apila capas de DRAM, una tecnología que debutó con AMD y su mítica R9 Fury X en 2015. Desde entonces, el concepto ha madurado y ahora se convierte en estándar JEDEC, lo que marca el inicio de una adopción masiva en entornos de computación de alto rendimiento.
No todo es color de rosa: el precio también sube
Eso sí, el rendimiento tiene su precio. Se estima que la HBM4 será un 30% más cara que la generación anterior. Pero eso no parece detener a los grandes del sector: SK Hynix liderará el mercado con más del 50% de la producción, y ya se proyecta que para 2026 se moverán más de 3,75 millones de terabytes en chips HBM. Es decir, el apetito por esta memoria está lejos de ser saciado.
¿Y qué pasa con los gamers? ¿Nos toca algo?
Hoy por hoy, la HBM4 está pensada para usos profesionales: IA, servidores, simulaciones científicas… Pero si miramos atrás, muchas tecnologías “pro” terminan aterrizando en el mundo gamer. ¿Quién iba a imaginar que el trazado de rayos en tiempo real, una locura de la industria cinematográfica, sería parte de nuestras partidas de Cyberpunk?
Es cuestión de tiempo para que parte de esta potencia gráfica empiece a filtrarse en las futuras GPU para consumidores. Quizás no veamos HBM4 en tu próxima RTX 5070, pero las innovaciones que impulsa sin duda inspirarán nuevos diseños, mayores velocidades y, claro, nuevas exigencias de energía y refrigeración. Prepárate.
Opinión final: esto es solo el comienzo
La llegada de HBM4 marca un nuevo capítulo para la informática de alto rendimiento. Es una mejora monstruosa, diseñada para alimentar las necesidades más extremas de cómputo, pero como ya sabemos los fanáticos del hardware: lo que hoy parece inalcanzable, mañana será parte de nuestro setup RGB.
¿Tu gráfica sigue tirando con lo justo? No te preocupes, mientras tú ajustas los gráficos en Warzone, en algún lugar del mundo una GPU con HBM4 está ayudando a entrenar un modelo de IA que, con suerte, algún día te diga cómo mejorar tu aim.
