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China paraliza el chip NVIDIA H20: producción en pausa indefinida

China NVIDIA H20

El mercado de GPU para inteligencia artificial en China acaba de recibir un golpe inesperado. El gobierno ordenó a sus grandes tecnológicas frenar las compras de la NVIDIA H20. Como efecto inmediato, la compañía de Jensen Huang detuvo la producción vinculada a ese modelo. Es un movimiento que refleja tensiones geopolíticas, presión regulatoria y la intención clara de Pekín: reforzar su ecosistema local de chips.

La decisión no llega sola. Agencias como la CAC, la NDRC y el MIIT reforzaron el discurso oficial, calificando al H20 como inseguro, desfasado y poco eficiente. Además, se pide a las empresas priorizar soluciones nacionales, con Huawei y su familia Ascend como principales beneficiados. Esta narrativa se apoya en acusaciones de “puertas traseras” en hardware y software, con especial foco en CUDA como supuesto vector de riesgo. No hay pruebas concluyentes, pero la idea ha calado en la opinión pública.

El detonante vino desde Washington. Declaraciones del secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, dejaron claro que EE.UU. no vendería a China sus mejores chips. Incluso insinuó que con productos de cuarta categoría ya dominaban el mercado. Estas palabras se interpretaron en Pekín como un insulto directo. Desde entonces, la postura del gobierno chino frente a NVIDIA se endureció aún más.

El resultado es un efecto dominó. Primero se congelan los pedidos del H20. Después, NVIDIA detiene la fabricación. Proveedores como Samsung y Amkor recibieron la orden de pausar trabajos ligados al chip. Hace solo unas semanas, la compañía pedía a TSMC más capacidad para atender la supuesta alta demanda en China. Hoy la situación es totalmente opuesta: reina la incertidumbre.

Huawei y otros actores locales, como Cambricon, emergen como alternativas inmediatas. Aún tienen limitaciones en software y herramientas, pero Pekín impulsa su crecimiento. La estrategia es clara: reducir la dependencia de EE.UU. en el sector más sensible de la tecnología actual, la inteligencia artificial.

La gran incógnita está en la supuesta GPU B30 que NVIDIA desarrollaba para este mercado. Si la presión continúa, el proyecto podría frenarse antes de ver la luz. Para los jugadores globales de la IA surge una duda: ¿se trasladará la demanda a otros mercados o estamos ante una verdadera desaceleración en la burbuja de la inteligencia artificial?