Apenas unos días después del adiós definitivo a Windows 10, Microsoft vuelve a ser protagonista… y no precisamente por buenas razones. Su más reciente actualización de octubre para Windows 11 (KB5066835) ha dejado a miles de programadores sin poder ejecutar ni probar sus proyectos locales, ya que el famoso “localhost” ha dejado de funcionar correctamente. En otras palabras: el entorno de desarrollo básico en Windows se ha roto de golpe, y el caos se ha extendido por toda la comunidad técnica.
El origen del desastre parece estar en HTTP.sys, un componente esencial del núcleo de Windows que gestiona el tráfico local HTTP. Con la build 26100.6899, este servicio ha comenzado a fallar, provocando errores de conexión y cortes en el protocolo HTTP/2, afectando directamente a herramientas clave como Visual Studio o ASP.NET. Los foros de Microsoft y Stack Overflow se han llenado de reportes en cuestión de horas.
Algunos usuarios han encontrado soluciones improvisadas, como desinstalar el parche KB5066835 o incluso el anterior KB5065789, lo que restaura el localhost. Otros han optado por medidas más drásticas, como desactivar manualmente HTTP/2 en el registro del sistema, una técnica que muchos describen como “golpear con un martillo un mosquito”: poco elegante, pero efectiva.
Microsoft guarda silencio mientras crece la frustración

Hasta ahora, la compañía de Redmond no ha reconocido oficialmente el problema, ni ha publicado un parche que lo corrija. Algunos reportes indican que las instalaciones limpias de Windows 11 24H2 no presentan el fallo, lo que sugiere un conflicto entre configuraciones previas y el nuevo paquete de octubre.
Lo curioso —y algo irónico— es el momento del fallo. Microsoft acaba de cerrar el ciclo de vida de Windows 10, empujando a millones de usuarios a dar el salto a Windows 11, salvo que estén dispuestos a pagar por el soporte extendido. Y mientras en la Unión Europea se disfruta de un año extra gratuito, los usuarios del resto del mundo deben pasar por caja… siempre y cuando usen una cuenta online de Microsoft, claro.
En menos de una semana, Microsoft ha roto su Media Creation Tool, ha dañado el desarrollo local y ha retirado soporte para Office 2019 y productos de servidor. Todo esto mientras refuerza su estrategia de conectividad obligatoria, limitando las instalaciones offline. Un inicio de nueva era que, por ahora, se siente más como una pesadilla para desarrolladores que como un salto al futuro del sistema operativo.