Intel ha presentado oficialmente IA Gaming Coach, una solución de asistencia inteligente para videojuegos. Esta herramienta aprovecha las capacidades de cómputo de la Unidad de Procesamiento Neural (NPU) integrada en los procesadores Intel Core Ultra. Actúa como un entrenador personal en tiempo real, ofreciendo consejos estratégicos y ayuda contextual en los títulos compatibles.
A diferencia de opciones como NVIDIA G-Assist, que requieren una GPU dedicada de alto rendimiento, IA Gaming Coach está pensada para funcionar en entornos más accesibles. Se apoya principalmente en la NPU integrada y, de forma complementaria, en la GPU integrada (iGPU). Gracias a esto, puede ejecutarse en equipos que no cuentan con gráficas dedicadas.
Esto es posible porque la NPU de los procesadores Intel Core Ultra de primera generación (Meteor Lake y Arrow Lake) ofrece 13 TOPS de capacidad de cómputo. Esta cifra no alcanza para cumplir los requisitos de Copilot+, el nuevo estándar de Microsoft para experiencias de IA local. Será con Lunar Lake, la próxima generación de procesadores, cuando Intel implemente NPUs con 48 TOPS. Ese aumento permitirá ejecutar IA avanzada sin depender de recursos gráficos adicionales.
Durante la presentación, Intel mostró cómo IA Gaming Coach se integra en juegos como Black Myth: Wukong. En este título, la IA ofrece guías de combate antes de enfrentar jefes, incluyendo estrategias visuales y sugerencias contextuales. También destaca la interacción emocional del sistema: si el jugador pierde, aparece un mensaje tipo “Wasted” (como en GTA), seguido de palabras de aliento para mantener la motivación.
Sin embargo, esta herramienta no es una solución universal de tipo plug-and-play. Intel confirmó que su integración deberá hacerse manualmente en cada juego. Esto significa que dependerá del interés y trabajo de los desarrolladores.
Por ahora, Intel no ha revelado detalles sobre el modelo de IA ni sobre los requisitos técnicos mínimos para usar esta función. Lo que sí es claro es que IA Gaming Coach representa un nuevo paso en la estrategia de valor añadido de Intel. La empresa busca mejorar la experiencia de juego con IA accesible, sin necesidad de hardware gráfico externo.